El stock es la cantidad de mercancías depositadas, o las existencias de un determinado producto, tanto en los almacenes como en la superficie de ventas.
Alguno de los factores que motivan la acumulación de stock y permiten comprender la importancia de su gestión son:
- Escasez. El stock es un recurso para evitar la escasez, para protegernos de que las provisiones lleguen tarde o la demanda sea mayor de lo previsto.
- Economías de escala. Existe la posibilidad de lograr mejores precios comprando cantidades más grandes, que hasta su utilización efectiva han de ser almacenadas.
- Razones comerciales. Tener el artículo disponible cuando lo demande el cliente.
Nivel de stock.
Es importante garantizar la presencia de un stock suficiente para satisfacer la demanda externa (los pedidos que realizan nuestros clientes) o la demanda interna (de nuestro departamento de producción), pero siempre de forma que su almacenamiento resulte rentable. Se trata, pues, de mantener un nivel de stock adecuado.
El hecho de que haya un nivel de stock insuficiente puede traer consigo varios inconvenientes:
- Pérdidas de ventas.
- Pérdida de imagen.
- Pérdida de la confianza de los clientes.
Así pues, hay que procurar mantener un nivel de stock óptimo; es decir, tener suficiente para evitar las roturas de stock y, por otra, evitar que hay un exceso inútil del mismo.
Para conseguirlo hay que preguntarse:
- ¿Cuándo debemos emitir una orden de pedido?
- ¿Qué cantidad debemos solicitar en cada pedido?
- ¿Cuántas unidades de cada artículo debemos mantener en stock?
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