El sector comercial engloba las actividades que suponen el intercambio de productos y servicios que serán, o bien transformados para la reventa o puestos directamente a disposición del consumidor final.
El comercio cobra especial relevancia ya que es uno de los principales sectores motores de la economía no sólo a nivel nacional sino a nivel mundial que ha sufrido una intensa modificación como consecuencia del avance tecnológico y que ha conseguido globalizar la inmensa mayoría de productos y servicios.
La intermediación comercial, es la actividad que se realiza al unir la oferta y la demanda, es decir, los fabricantes o productores de los bienes con los consumidores que desean satisfacer una necesidad a través de la adquisición de dichos bienes.
Al ser humano le mueve una serie de necesidades que tienen que satisfacer y que han ido evolucionando y aumentando en número a lo largo del tiempo.
Si utilizamos como criterio de clasificación de la actividad comercial, a quien se dirige o se realiza la venta, podemos dividirlo en dos grandes grupos:
Comercio al por menor.
El comercio al por menor, es el intercambio de bienes y servicios que se realizan de empresa a consumidor final. Este tipo de comercio se denomina también comercio minorista, al detalle y al por menor. Es por tanto, la actividad comercial que se desarrolla con el objetivo de obtener un beneficio por la oferta de bienes o servicios a los consumidores finales.
Al ser el eslabón final de la cadena de distribución de la actividad comercial, tiene una gran influencia en las ventas y resultados finales, pudiendo de forma directa frenar o potenciar las acciones de marketing.
Los comercios minoristas se materializan en empresas que poseen ciertas características similares en relación al volumen de negocio, al surtido comercial, a la localización, clientela, superficie comercial y atención al cliente. Se diferencian de las empresas comerciales mayoristas en que ponen en contacto al fabricante/productor de un determinado producto con el consumidor final. La característica más significativa de los comercios al por menor es que ofrecen el producto al consumidor final.
El término asociacionismo se viene utilizando para describir las múltiples formas de vinculación adoptadas para minoristas individuales o por empresas de distribución que persiguen la consecución de objetivos muy variados y diferentes entre sí.
Las fórmulas más habituales dentro del comercio minorista son:
Agrupación de compras. Formada por productores, consumidores o comerciantes, generalmente mayoristas, para efectuar compras en común y conseguir las mejores condiciones de sus proveedores
Cooperativistas detallistas. Asociaciones de comerciantes que se agrupan, básicamente para efectuar sus compras al por mayor en común y beneficiarse de una serie de servicios que se organizan también en común.
Cadena voluntaria. Constituida por uno o varios mayoristas en conjunto con sus clientes. Sus objetivos:
- Organización y promoción común de las ventas.
- Disminución de los precios de adquisición y de los gastos de distribución.
Cadena franquiciada.
Cadena de sucursales. Establecimientos que pertenecen a una misma empresa, cuando su número es al menos de 5, y cuando la empresa asume tanto las funciones de mayorista como minorista.
Asociacionismo representativo.
Comercio al por mayor.
El comercio al por mayor o mayorista, es la acción de compraventa que se genera entre mayoristas o intermediarios, adquiriendo un producto para revenderlo tras una modificación del mismo a otro intermediario u empresario, pero nunca al consumidor final. En esta característica reside la principal diferencia con el comercio minorista.
Una adecuada gestión del comercio al por mayor permite al fabricante acceder a un considerable número de puntos de venta, reduciendo el coste operativo y aprovechando los recursos, instalaciones y contactos del mayorista para incrementa su cifra de ventas.
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